sábado, 19 de marzo de 2011

Frankestein

Esta madrugada, al leer el twitter, ratifiqué mi sospecha: el viejo Frankestein había vendido su conciencia por un plato de lentejas. Se evidencia en sus trinos. Apenas entendible, pues Franky siempre fue un mostruo gótico, un prometeo moderno, manejado por unos pocos para robarles el fuego a los dioses.

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