martes, 17 de julio de 2012

Sin rumbo alguno

Federico salía a trotar todas las mañanas. No tenía ruta definida. Recorría cualquier calle, carrera o autopista hasta sentir el cansancio. Cuando estaba exhausto, simplemente detenía su paso, tomaba un taxi y regresaba a su casa para bañarse y salir rumbo a su trabajo. Así lo hizo durante los 26 años que estuvo vinculado a su empresa como auxiliar de contabilidad. El viernes fue su último día en la oficina, pues la carta de jubilación le llegó hace un mes. Ayer lunes intentó salir a trotar; pero esta vez no supo qué camino coger.

2 comentarios:

  1. sin rumbo alguno voy por el mundo...que sera de mi?...

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    1. La vida no se trata de dar vueltas, sino de definir caminos.

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