martes, 2 de julio de 2013

El rincón de sí mismo

Aquella tarde, después de entender que le había hecho daño a la mujer que amaba, ya no supo qué hacer. Caminó, escribió, pensó, habló y balbuceó hasta darse cuenta que estaba completamente solo. Se encerró en un rincón de sí mismo. Allí descubrió que el llanto por perderla y la felicidad por haberla tenido habitan en el mismo espacio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario