domingo, 17 de febrero de 2013

Sin guadaña

Ricardo se levantaba la vida manejando la guadañadora. Era suya. Su vida se le iba en cortar los prados de los jardines en las casas de los ricos de la ciudad. No tenía patrón, tampoco salario fijo y mucho menos seguridad social. Un día decidió no usar más su viejo instrumento y lo guardó. Dejó crecer todos los prados de sus clientes, hasta que un día, se perdió en uno de ellos.

martes, 5 de febrero de 2013

Cerró la cuenta

Arturo siempre revisaba el Facebook. Lo hacía religiosamente todos los días en la mañana antes de salir a trabajar. Su empleo en el banco era rutinario y sin mayores emociones. Todos los días contaba cantidades de dinero que no era suyo. Lo uno se le parecía a lo otro. En el Face, leía todo tipo de historias y vivencias que no eran las suyas. Hoy Felipe se levantó temprano, cerró su cuenta, imprimió su carta de renuncia y decidió irse al mar. 

sábado, 2 de febrero de 2013

Conflicto emocional

Durante 8 años, Ricardo fue un futbolista famoso. Jugaba para un equipo grande, marcaba muchos goles y tenía un buen salario. A medida que ganó dinero, perdió ambición. Un día, los goles desaparecieron y su trabajo también. En una entrevista para un periódico de provincia dijo que había tenido un conflicto emocional, que lo había perjudicado para el fútbol. Al otro día, el diario tituló: "De enamorado de la red a divorciado del gol".