lunes, 25 de junio de 2012

Los reencuentros

Los reencuentros nunca son casuales. Con esa tesis creció Bibiana desde niña. Cada que la vida le ponía en el camino lo que todos llamaban casualidades, ella las entendía como algo lógico que a alguna agenda debían obedecer. Esos sucesos eventuales tenían lógica para ella.  Por eso, la vida no la sorprendió el día que le puso nuevamente en el camino a Simón, el hombre que en dos ocasiones le había roto el corazón. Este tercer encuentro fue definitivo. Ella quedó tranquila después de decirle todo lo que se había guardado por años y quedó con la certeza de que en el futuro Simón volvería a aparecer.

lunes, 11 de junio de 2012

Punto de equilibrio

Entre problemas y discusiones, Angélica y Juan Carlos se pasaron la vida tratando de encontrar un punto de equilibrio para su relación. 22 años después de su matrimonio, justo cuando se decidían a no buscarlo más, lo hallaron. Estaban felices. Ignoraban que tres semanas después el detonante para que su relación terminara sería precisamente ese: que aquel edificio tan grande tenía el equilibrio tan solo en un punto; y se derrumbó.

sábado, 2 de junio de 2012

Madurez

Durante 20 años, Wilmar esperó de la vida una segunda oportunidad. Aunque siempre pensó que en la primera no había contado con suerte, con el paso de los años entendió que le había faltado madurez para aprovecharla. Siempre le decía a sus amigos en tono lacónico que la vida es una película que nunca tiene replay, pero aguardaba un momento de lucidez para repetir sus experiencias de juventud. Cuando menos lo esperaba, cuatro lustros después y por pura casualidad, la vida lo puso a repetir. Sin embargo, Wilmar consideró que ya era demasiado maduro para hacerlo y dejó pasar aquella nueva opción.