sábado, 30 de abril de 2011

Día del trabajo

Augusto se levantaba todos los días a buscar trabajo. Durante tres años, sin descanso, hizo lo mismo, y solo obtuvo algunas promesas. En la mañana del 1 de mayo, cuando iba a levantarse, pensó en todo el tiempo que llevaba haciendo lo mismo y decidió sacar unas merecidas vacaciones.

viernes, 29 de abril de 2011

En el espejo

La mujer del espejo no era la misma. Nunca lo era, pero aquella mañana las diferencias eran extremas. La del espejo era vieja, se veía estresada, desilusionada y triste. La que miraba apenas tenía 26 años, había disfrutado de una noche de placer y vinos, y estaba feliz por la propuesta que había recibido de Andrés. La del espejo no tenía aspiraciones, sólo angustias; eso decía su rostro. La que miraba se llamaba Laura, recién había terminado sus estudios de especialización y tenía un trabajo estable. Ambas eran la misma, pero eran muy diferentes. La que miraba estaba extrañada, la que era mirada estaba ensimismada. Así pasaron varios meses. Un día, la mujer del espejo estaba en él, mirando a Laura, que había sufrido una terrible decepción.

jueves, 28 de abril de 2011

Edad Otoñal

Hay una edad en la que el mundo comienza a verse en perspectiva; en la que el ser humano empieza a tomar distancia para  empezar a comprender muchas de las cosas ocurridas. Anoche, mientras sentía en mi cara ese calor húmedo y lluvioso propio de los países tropicales como el nuestro, en una habitación de un viejo hotel viví la soledad de quien sabe que es menos el tiempo que le queda por vivir que el que ha acumulado en su sobrevivencia. Por primera vez tuve eso que llaman “mirada panorámica”. Desde la ventana miré la ciudad y la vi ajena, distinta  y lenta. Eran las tres de la madrugada y en las calles la gente desapareció y le dio paso al frío cemento mojado por la intermitente lluvia. Mecánicamente prendí el televisor, pero en sus 130 canales no encontré ninguna compañía. Tampoco la hallé en internet, pues en las salas de chat y en el Messenger solo estaban conectados algunos  extraños con quienes un saludo de dos líneas era demasiado texto para compartir. Miré nuevamente por la ventana del hotel y en cada detalle de aquellas calles que se pronunciaban hacia el infinito empecé a recordar, a soñar y a sentir la verdadera soledad.  Era lunes, Medellín se extendía solitaria cinco pisos debajo de mí, y en la habitación 503 sentí por primera vez que la edad otoñal había llegado.  

martes, 26 de abril de 2011

Agua

Pasaron muchos años antes de que aquella intensa lluvia terminara. Las calles ya eran ríos, los ríos eran mares, los hombres eran peces y los árboles se habían convertido en algas. Cuando se fue la lluvia, el mundo se murió de sed.

lunes, 25 de abril de 2011

Adiós Luna

Desde aquella noche de viernes septembrino, la luna no pudo volver a salir. Un enamorado irresponsable se la regaló a su amada de turno, sin prever que ella la recibiría con gusto.

domingo, 24 de abril de 2011

Invierno

Las primeras goteras cayeron sobre mi frente. La lluvia se llevó el paseo dominical de los habitantes de los estratos altos y el techo de los que el fin de semana viven  en los estratos bajos con la misma angustia de los días llamados normales. El fuerte aguacero de aquella tarde en Medellín inundó muchos de los barrios de las laderas de la ciudad al tiempo que despejó mis dudas y mis pensamientos frente a la decisión tomada la noche anterior.  Hacer justicia por mi propia cuenta era mi cometido y la pertinaz lluvia que cayó hasta la media noche colaboró con el toque lúgubre al ambiente en el que cometí el delito. A la mañana siguiente, mientras los organismos de socorro recogían a más de un damnificado, un grupo de fiscales levantaba el cadáver de la mujer que jugó con los sentimientos de un hombre del que desconocía su instinto asesino.

viernes, 22 de abril de 2011

Rara enfermedad

Desde aquella tarde de abril en la que entró al hospital, sintió que el tiempo corría más despacio. Demasiado lento. Nunca supo lo que realmente tenía, de lo que siempre estuvo seguro fue de querer salir corriendo de aquellas paredes blancas, pero nunca pudo hacerlo porque sus piernas también se movían en cámara lenta. 

miércoles, 20 de abril de 2011

Pelea

En la habitación solo quedaba una mujer de espaldas al mundo. Le hacían compañía una almohada blanca, una lámpara encendida y un radio gangoso que en voz baja vomitaba música popular. Afuera, Medellín recibía temerosa la peligrosa noche mientras que en aquella pieza se escenificaba una sanguinaria lucha entre la mujer y ella misma.

martes, 19 de abril de 2011

Fin del mundo

Despertó y ya era de noche. Miró por la ventana, disfrutó la oscuridad y decidió salir de aquella casa que durante 47 años había sido simultáneamente su morada, su templo y su cárcel. Quería degustar el sabor de la libertad. Caminó hacia el norte y luego subió por las estrechas calles de un barrio que sólo conocía por los coloridos letreros de los buses y por las noticias de orden público en los noticieros de la televisión local. Escaló aquella calle larga y delgada hasta que el asfalto se transformó  en unos rieles, y éstos, en unas eternas escalas. Ante la mirada desconfiada de los pocos ojos que habitaban la noche y que se escondían entre capuchas y bufandas decidió seguir hacia arriba. Escaló tanto que encontró el fin del mundo, nada distinto a su templo, nada diferente a su cárcel, igual a su morada. Estando allí, no quiso regresar.

lunes, 18 de abril de 2011

Manicomio

Aunque estaba interno en el manicomio desde el 14 de enero, en el fondo sabía que no estaba totalmente desquiciado.  No fueron los pacientes, ni el encierro, ni el olor a manicomio. Ni siquiera el contacto con aquellas cuatro paredes, que más que una habitación de una clínica de reposo hacían las veces de una celda en una cárcel, lo que terminó por enloquecerme. Fueron los diálogos con los siquiatras, que me creían loco, lo que terminó por desquiciarme.  Ya no duermo, simplemente deambulo día y noche. Han pasado 11 años desde aquel enero, y lo único que hago es escribir la misma frase: "tengo que escribir", "tengo que escribir", "tengo que escribir".

domingo, 17 de abril de 2011

Las palabras

Nunca antes me habían callado de esa forma; nunca antes me habían agredido en un momento tan ceremonioso; nunca antes me habían cortado mis palabras. Aquel barrista del cabello largo y figura de líder universitario de los años 60 lo hizo; gritó a todo pulmón en medio de mis palabras. En aquel momento, sin darme cuenta, mis palabras saltaron en silencio y sin elevar su tono, conservaron la fuerza de su contenido. Las de él salieron con fuerza y se perdieron en el espacio; las mías están retumbando en los oídos de los asistentes.

viernes, 15 de abril de 2011

Siglo XXI

Cuando despertó, Zeus se vio sorprendido. No entendía este nuevo mundo. El suyo era de Dioses y mitos, tenía hazañas, batallas y rayos. Este nuevo, al que había llegado después de un aletargado sueño, no tenía héroes ni historias increíbles. Solo había maldad, destrucción e incrédulos. Mientras más trataba de entender, más confundido quedaba. Los Dioses habían desaparecido y ya solo existía el azar. Aquella mañana del 31 de diciembre de 2008, por primera vez en su inmortal vida, Zeus lloró de tristeza.  

miércoles, 13 de abril de 2011

Nico y su cicla

Nicolás cerró la ducha, pensó en la cita amorosa que incumplió la noche anterior, cogió la toalla y se dispuso a salir para su clase de ocho.  En su bicicleta, cruzó la Calle San Juan, tomó la ciclo ruta rumbo al norte y mientras una llovizna golpeaba su rostro, pedaleó tranquilo hacia la Universidad Nacional. Cuando cruzó la Calle Colombia, el suspenso de los carros que subían hacia el Estadio lo hizo pensar en que su ciudad había cambiado. Avanzó doce metros, y en la fugacidad de un respiro, se convirtió en otra estrella negra en una vía de Medellín.

sábado, 9 de abril de 2011

Problemas

Por aquellos días, Enrique estaba distraído. Mientras contaba las hojas del guayacán del patio que caían al piso, silenciosamente las sencillas tareas que tenía sobre su escritorio se fueron acumulando hasta convertirse en problemas complejos. Cuando reaccionó, abrió un correo de su jefe. Lo habían despedido de su trabajo y el 15 debía pasar por la liquidación.

viernes, 8 de abril de 2011

Rascacielos

Cuando llegué al piso 43 miré para abajo. Las personas parecían hormigas y los carros pequeños juguetes. Sin avisar, el vértigo me atacó y no me dio tiempo de reaccionar.  A pesar del fuerte mareo, seguí subiendo lentamente, sin saber cuándo encontraría la terraza a la que pienso llegar para jugar con los carros de juguete que llevo en el bolsillo.

martes, 5 de abril de 2011

Hipocondriaca

Julieth siempre fue una mujer enferma. Le dolía la cabeza, el cuerpo y sobre todo, el alma. Su vida se debatía entre pastillas, jarabes, inyecciones, sicólogos y ungüentos. Una noche, al llegar a su casa, se encontró una bala perdida, y por primera vez en su vida sintió un alivio total. 

lunes, 4 de abril de 2011

Despertar

Después de muchos años, las palabras fluyeron entre los dos. Decidieron cortar el profundo silencio que durante muchos años les señaló caminos opuestos. El tiempo había ocultado un mundo completo entre ambos y era el momento de descubrirlo. El sentimiento se desató justo cuando Ricardo escuchó el timbre del celular y volvió despierto a su soledad de siempre.

sábado, 2 de abril de 2011

Pelota muerta

La tribuna guardó un silencio eterno luego de aquel partido que había sido suspendido para siempre. Desde aquella tarde de un sábado cualquiera, el inmenso estadio cerró sus puertas al espectáculo. En la cancha reposó para siempre el cuerpo inerte de un balón que ya nadie quiso volver a patear.