El insomnio era su estado permanente, pero ese jueves fue la excepción: había dormido plácidamente. Tal vez por eso, en la mañana de aquel viernes septembrino se despertó abruptamente y muy intranquilo. La mujer que noche a noche lo desvelaba, se le había aparecido en sueños.
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sábado, 27 de octubre de 2012
martes, 30 de agosto de 2011
Lágrimas de mujer
Las lágrimas de Isabel brotaban libres cada que Roberto le contaba su historia. No era un relato trágico, tampoco dramático y mucho menos de terror; era simplemente la narración de la impotencia de un hombre sensible ante el llanto de una mujer.
sábado, 6 de agosto de 2011
La vuelta
Carlos era un sicario de barrio decidio a todo, menos a amar, porque una mujer con la que se cruzó en su vida paralela de taxista le rompió el corazón. El día que recibió el encargo de matarla a ella, no pudo hacer la vuelta, porque como él mismo lo confesó ante el juez: para matar se necesita tener la sangre fría.
lunes, 30 de mayo de 2011
Delito de amar
Jamás había hablado con una mujer delincuente; con una asesina de verdad. Maribel lo era, y por aquellos asuntos laborales, que a veces son inexplicables jugadas del destino, yo estaba allí frente a ella, escuchando sus relatos, sufriendo sus historias. Quizás por eso, aquellas conversaciones me tuvieron en tensión permanente. Temor, curiosidad, miedo y sorpresa; lo sentí todo. No sé cómo, sin darme cuenta, pasaron cinco meses escuchándola. Su vida había sido una verdadera vergüenza social. Cuando ella terminó de hablar, yo empecé a sentir. Desde entonces, no hago otra cosa que cometer el delito de amar.
jueves, 19 de mayo de 2011
La imagen del espejo
Teresa era una mujer soltera, joven, atractiva y sin dificultades económicas; pero su vida era vacía, amarga y triste. Sus ojos y su rostro ocultaban un drama interno generado por un espejo. Era una mujer inconforme consigo misma, como casi todas en el mundo; pero siempre estuvo convencida de que su drama era único y especial. Quizás por ello, intentó salir de aquella piscina de llanto en la que se ahogaba y prefirió undirse en un mundo virtual que ella misma construyó para que aquel espejo no le devolviera una imagen que nunca aceptó: la de una mujer feliz con una soga al cuello.
viernes, 29 de abril de 2011
En el espejo
La mujer del espejo no era la misma. Nunca lo era, pero aquella mañana las diferencias eran extremas. La del espejo era vieja, se veía estresada, desilusionada y triste. La que miraba apenas tenía 26 años, había disfrutado de una noche de placer y vinos, y estaba feliz por la propuesta que había recibido de Andrés. La del espejo no tenía aspiraciones, sólo angustias; eso decía su rostro. La que miraba se llamaba Laura, recién había terminado sus estudios de especialización y tenía un trabajo estable. Ambas eran la misma, pero eran muy diferentes. La que miraba estaba extrañada, la que era mirada estaba ensimismada. Así pasaron varios meses. Un día, la mujer del espejo estaba en él, mirando a Laura, que había sufrido una terrible decepción.
miércoles, 20 de abril de 2011
Pelea
En la habitación solo quedaba una mujer de espaldas al mundo. Le hacían compañía una almohada blanca, una lámpara encendida y un radio gangoso que en voz baja vomitaba música popular. Afuera, Medellín recibía temerosa la peligrosa noche mientras que en aquella pieza se escenificaba una sanguinaria lucha entre la mujer y ella misma.
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