La fría noche de aquel barrio apacible se le metía por el resquicio de la cobija, mientras el calor de su cuerpo subía gracias a la evocación de la imagen de ella, que ya estaba grabada en su mente para siempre. La pensaba y añoraba, mientras ella dormía y soñaba con lucir hermosa para otro. Ella, su foto, sus ideas, sus estados, sus curvas, sus sueños, su distancia, su indiferencia... Todo junto, reunido en una sola noche.
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