Julián se levantó temprano a preparar la maleta. Esa tarde haría otro viaje. Empacó su portátil, el libro de Joyce que leía para el curso de Literatura, un radio pequeño, dos lapiceros y el porro. Llegó a la universidad y de inmediato se fue a su rincón. El viaje fue corto pero intenso. Cuando regresó, la maleta no estaba.