Se iniciaron en el ciclismo como un hobbie. Con el pasar de las rodadas, lo convirtieron en una práctica diaria. Lo hicieron su estilo de vida, pero ambos eran extremadamente competitivos. Felipe, empezó a ganar las clásicas para recreativos. Juliana hizo algunas carreras en los circuitos nacionales de pista. Llegaron los títulos para ambos, y nunca más volvieron a rodar juntos. Felipe le dijo que a ella era difícil seguirle el ritmo; porque a veces era iracunda, otras veces autoritaria, algunos días temeraria, y de vez en cuando arbitraria.