Un momento de duda que pareció una eternidad. Pilar se quedó perpleja, sin parpadear, durante unos segundos. No quería moverse. Algo dentro de ella le impulsaba a no quebrar la escena. Pablo y Laura parecían hipnotizados. Él lanzó su mano en busca del vaso, cambió de postura y aprovechó rápidamente para tomar distancia. Ella recogió el celular de la mesa y abrió el WhatsApp para simular que revisaba los mensajes. Pilar siguió mirando en actitud de estatua y entre los tres se creó una línea de tensión fuerte y silenciosa.
- "¿Hay algo entre ustedes que yo deba saber?", preguntó Pilar después de espabilar dos veces y cambiar la mirada de sorpresa por una de inspectora.
- "Nada que no sepas", respondió Laura agachando la cabeza ante su mejor amiga, con la que hacía muchos años no tenía secretos.
Pablo terminó su trago y se fue a la cocina por más hielo. El que tenían en los vasos estaba roto y tenían tema para rato.
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