martes, 15 de diciembre de 2020
Las 11 menos 3
domingo, 22 de noviembre de 2020
La carita triste
Santiago tiró la puerta de la oficina. Sabía que tenía poco tiempo. Carolina saldría del hotel a las 10:15 a tomar un taxi para ir a reunirse con sus amigas y él quería llegar justo antes de ese momento para sorprenderla. Eran las 9:52 en el reloj del carro; las 9:55 en el del celular. Cada que estaba de afán maldecía tenerlos descuadrados. Salió del parqueadero sin despedirse de Orlando, el portero, que siempre lo atajaba con un comentario futbolero. Afuera llovía fuerte. Estaba relativamente cerca, pero debía atravesar la zona rosa y le preocupaba encontrar un tráfico pesado.
Hacía casi un año que no se veían. La última vez fue en el apartamento de ella, antes de que se fuera a vivir a Argentina. Aunque pareció una despedida para siempre, nunca perdieron el contacto gracias a las redes sociales. Toda la tarde hablaron por WhatsApp. Santiago le contó de su gran cantidad de trabajo y del proyecto que tenía que terminar esa noche. Carolina le habló de sus diligencias en el día, de la noche con sus amigas y del vuelo de regreso al día siguiente en la mañana. Había sido un viaje intempestivo para solucionar dos asuntos puntuales. "Estamos tan cerca, pero tan lejos", le dijo ella en el último mensaje, a las 9:36 p.m. y él le respondió con un emoticón de una carita triste.
Santiago manejó lo más rápido que pudo, pitó más que de costumbre, se robó un semáforo en rojo y pensó en la posibilidad de volverla a ver justo ahora que tenía el corazón clarito. Subió por la 87 y giró a la derecha. Cuando estaba a dos cuadras miró por última vez el teléfono, pero no había más mensajes. Eran las 1:12 en el reloj del carro. Aceleró raudo los metros que faltaban. La vio saliendo por la puerta del hotel. Vestía la chaqueta que él le había regalado en la última navidad y tenía un paraguas gigante. Frenó casi frente a ella, pero no paró. Pasó lentamente, la miró y siguió de largo. En la esquina frenó para mandarle otra carita triste.
sábado, 1 de agosto de 2020
Tiquete de ida
sábado, 18 de julio de 2020
Las 10:03 en el reloj de la pared
viernes, 3 de julio de 2020
La llamada en el jacuzzi
domingo, 28 de junio de 2020
El reportaje del domingo
sábado, 20 de junio de 2020
Una llamada de control
lunes, 15 de junio de 2020
la imagen del altar
martes, 9 de junio de 2020
Un brindis académico
martes, 2 de junio de 2020
Incomprensiblemente fantástica
domingo, 24 de mayo de 2020
Salud por Sócrates
martes, 19 de mayo de 2020
Volvió a llover
jueves, 14 de mayo de 2020
310 cuadras
sábado, 9 de mayo de 2020
Tema para rato
domingo, 3 de mayo de 2020
La sonrisa de Katia
miércoles, 29 de abril de 2020
Infierno entre rones
sábado, 25 de abril de 2020
Caída libre
domingo, 19 de abril de 2020
Merlot amargo
martes, 14 de abril de 2020
Engañados
viernes, 10 de abril de 2020
Páginas faltantes
sábado, 4 de abril de 2020
Samuel era un chiste
martes, 31 de marzo de 2020
La rutina
domingo, 29 de marzo de 2020
Amor tal
miércoles, 18 de marzo de 2020
La angustia acogedora
miércoles, 4 de marzo de 2020
Noche de Preguntas
miércoles, 26 de febrero de 2020
La ley del encanto
lunes, 24 de febrero de 2020
la novela inacabada
jueves, 20 de febrero de 2020
La carta del martes
miércoles, 19 de febrero de 2020
Círculo vicioso
Afuera se vivía una especie de carnaval. Un grupo afro bailaba, cantaba y saltaba ante la indiferencia, solo aparente, de la demás gente. Claudia le dio la vuelta al escritorio y salió. Ella quería estar afuera y no ahí sentada, como lo estuvo tres horas, escuchando hablar a un hombre que se le había convertido en un círculo vicioso.
domingo, 15 de diciembre de 2019
Adiós banda sonora
jueves, 12 de diciembre de 2019
La mirada tatuaje
lunes, 4 de noviembre de 2019
De Buenos Aires a Bogotá
sábado, 19 de octubre de 2019
El clímax de la historia
domingo, 13 de octubre de 2019
Cuento 181
viernes, 11 de octubre de 2019
Una sonrisa problema
miércoles, 9 de octubre de 2019
El camino es culebrero
viernes, 4 de octubre de 2019
El maratonista
martes, 1 de octubre de 2019
Amor perdido
lunes, 23 de septiembre de 2019
El expreso en el café
miércoles, 18 de septiembre de 2019
El celular y la botella
sábado, 7 de septiembre de 2019
El mensaje en el Whats App
miércoles, 4 de septiembre de 2019
Charla de trasnocho
sábado, 31 de agosto de 2019
Invierno en la calle
jueves, 29 de agosto de 2019
Fin de un mundo
martes, 27 de agosto de 2019
Un viernes en la mesa del rincón
martes, 20 de agosto de 2019
Estruendo de cubiertos
sábado, 17 de agosto de 2019
Invierno afuera del consultorio
sábado, 10 de agosto de 2019
Mentiras en el parque
jueves, 8 de agosto de 2019
Ataques de angustia
viernes, 2 de agosto de 2019
Amores oscuros
viernes, 3 de mayo de 2019
La bicicleta oxidada
sábado, 20 de abril de 2019
Un lápiz para contar
viernes, 19 de abril de 2019
El viejo del bar
lunes, 8 de abril de 2019
Un amor muerto de hambre
lunes, 1 de abril de 2019
Calor y frío
jueves, 1 de marzo de 2018
A rueda
martes, 6 de febrero de 2018
Recuerdos peligrosos
martes, 30 de enero de 2018
En el diván
lunes, 1 de enero de 2018
Perdido en el tiempo
lunes, 8 de mayo de 2017
Amor Fulminante
martes, 11 de abril de 2017
El Círculo de Fadil
miércoles, 22 de febrero de 2017
Historia ajena
domingo, 1 de enero de 2017
Colapsó
sábado, 23 de abril de 2016
Amor de ficción
domingo, 3 de enero de 2016
la bibliotecaria y el lector
martes, 29 de diciembre de 2015
Historias a medias
martes, 8 de diciembre de 2015
En el bar de la U
jueves, 1 de octubre de 2015
Silencios
domingo, 20 de septiembre de 2015
El hombre del brandy
sábado, 21 de marzo de 2015
La prueba
martes, 20 de enero de 2015
El contador de días
miércoles, 7 de enero de 2015
Cuentos iniciados
viernes, 2 de enero de 2015
Otra noche de fútbol en la ciudad
lunes, 10 de noviembre de 2014
Colegas
lunes, 27 de octubre de 2014
Premoniciones
domingo, 12 de octubre de 2014
Desde el punto penal
martes, 1 de julio de 2014
Sin diván
domingo, 4 de mayo de 2014
Ginebra con limonada
Lo probé, lo saboreé y empecé a tomármelo con lentitud. Cuando iba por la mitad, subí la copa a la altura de la cabeza y grité con fuerza ante la mirada de sorpresa y de reproche de los pocos asistentes al bar aquella noche de martes: ¡a tu salud!... El silencio fue cómplice de aquel momento casi eterno, que solo se rompió con la escandalosa aparición de los 10 policías que entraron por mí. Un asesino de mujeres como yo, a los 17 años de edad, podía darse el lujo de tener una celebración con clase, pero no un arresto silencioso.
jueves, 17 de abril de 2014
Amistad a todo precio
La abogada me miraba con unos ojos obesos como su cuerpo. Era exitosa. No había perdido un solo caso en varios años, pero todos sabían que sus estrategias "jurídicas" eran el engaño y la manipulación. "Ya verá que en dos días declara", sentenció antes de salir.